Pocos sectores empresariales han visto evolucionar tanto su entorno comercial en los últimos años como la industria farmacéutica. Ello ha dado lugar, entre otros cambios de sus políticas comerciales, a la necesaria evolución de sus redes de venta.
Desde la figura tradicional del visitador médico, centrado en la gestión de sólo uno de los stakeholders de su empresa, el prescriptor, se ha pasado a posiciones comerciales –llámense Responsable de Market Access, Patient Access Manager, Key Account Managers, Delegado de Cuentas Hospitalarias…o como cada empresa los denomine– mucho más complejas en los objetivos, los esfuerzos y las necesarias competencias profesionales. ¿Qué esfuerzos y competencias deberían caracterizar al nuevo delegado comercial farmacéutico?
Veamos 10 de esos elementos diferenciales entre ambos puestos, y que se constituyen en desafíos de desarrollo profesional de los nuevos profesionales comerciales de la industria farmacéutica.
Contenidos del post
De Visitador Médico a Market Access Representative
1. Enfoque holístico
Al no realizar ya una gestión de talla única, con un solo tipo de interlocutor, con necesidades y expectativas muy similares, se hace necesario un enfoque multi-stakeholder que contemple variados escenarios, plazos, objetivos o interlocutores; y que buscará compatibilizar los intereses del paciente, del sistema de salud y de la empresa a la que representa.
2. Gestión estratégica
El nuevo delegado de Market Access deberá desarrollar una de las habilidades que no suele precisamente caracterizar al típico comercial, la visión estratégica.
Partiendo de las políticas y objetivos que le vienen dados, deberá ser capaz de detectar oportunidades, plantearse sus propios objetivos de gestión en cada stakeholder, a medio y largo plazo; definir tácticas y tareas; prever la disponibilidad y uso de recursos y evaluar sus propios planes de acción.
3. Gestión de cadenas de decisión complejas
Hay ahora muchos más actores en las decisiones, especialmente para decirme No.
Se hace necesario entender esa complejidad en las decisiones que nos importan. Decisiones que en general serán tomadas no tanto de forma individual, como por análisis y consenso de un grupo o comisión. Ello implica valorar interacciones, necesidades y agendas diferentes, para realizar una gestión mucho más situacional de cada stakeholder.
Más que contactos individuales, el comercial deberá ser capaz de crear y alimentar una red de contactos que incluya a:
- los que toman decisiones,
- los que influencian y
- los que pueden aportar información y/o acceso a los anteriores.
4. Gestión de la incertidumbre
Los resultados comerciales no son necesariamente tan constatables como antes, la influencia en las decisiones de cada stakeholder no siempre es clara y transparente o los logros tardan más tiempo en acompañar a los esfuerzos. Y el comercial, considerando más alternativas para hacer las cosas, deberá apostar por caminos menos predecibles y seguramente más arriesgados.
5. Obtención de información
Si la habilidad para obtener información ya era importante, como en toda venta, en este escenario de contactos múltiples e influencias difusas en las decisiones, se hace aún más crítica.
El delegado deberá, además de ser capaz de obtener la información, registrarla y compartirla con el resto de departamentos implicados de su empresa.
6. Gestión de procesos, más que de eventos
Será necesario, primero comprender el flujo de decisiones, desde la autorización hasta el consumo real del producto; y segundo, detectar oportunidades de intervención, para planificarlas y llevarlas a cabo.
7. Gestión de precios
En la relación con algunos stakeholders surge una necesidad, ausente en la antigua gestión ante el prescriptor: la presentación y negociación de precios. Además de conocimientos de farmaeconomía, la parte más fácil de mejorar, se hace necesaria la habilidad para conseguir procesos de comunicación que acerquen posiciones inicialmente diferentes, sabiendo dar y obtener concesiones, para llegar a acuerdos de mutuo beneficio.
8. Persuasión por valor
Más que en los efectos clínicos de mi producto, que también, habrá que ser un experto en la creación y transmisión de valor…
¿Qué valor? Dependerá de cada stakeholder: el de la investigación; innovaciones; servicios asociados; ahorro de costes; evidencias científicas; beneficios para el paciente… Adaptándonos a cada interlocutor – el pagador, el técnico, el político, el farmacéutico del hospital…- persuadir sobre el valor de nuestras soluciones.
¿Cómo conseguir que me perciban, no como un vendedor del producto x, sino como un bussiness partner que aporta valor al stakeholder?
9. Gestor del recurso tiempo
El uso del tiempo del antiguo delegado consistía en buena medida en realizar la mayor cantidad de visitas a interlocutores de similares intereses, para transmitirles el mismo mensaje.
Ahora se trata, además de reunirse con diferentes interlocutores, de invertir tiempo en analizar el proceso y los participantes, detectar oportunidades, definir objetivos de intervención, priorizar tareas, coordinarse con otros departamentos de la empresa… en definitiva, una gestión más abierta, que requiere una mucho más razonada definición de prioridades y programación de tareas.
10. Espíritu de equipo multifuncional
Aquella figura del vendedor lobo estepario, luchando contra los elementos del mercado, se hace menos valiosa, si es que alguna vez lo fue. El éxito comercial se construye y se logra en equipo: comerciales, jefes regionales, departamento médico, marketing, relaciones institucionales, expertos técnicos, expertos financieros o responsables de presentación de ofertas y licitaciones.
Conclusión
Es cierto que los perfiles comerciales del sector farmacéutico llevan varios años evolucionando en los mercados europeos y (en los 17) españoles, pero también es cierto que seguramente queda aún mucho por hacer.
Los puestos de Market Access Manager o Patient Access Representative o Key Account Manager demandan competencias no necesariamente presentes en aquel delegado tradicional del sector farmacéutico:
- en la concepción del propio puesto – más global, más proactiva, considerando otros factores que los intereses comerciales de la empresa (puede verse un post interesante al respecto: “Market Access is dead”.)
- en la sistemática – más selectiva, más estratégica;
- en las habilidades del delegado- que le aporten flexibilidad, persuasión y le permitan constituirse al propio comercial, a él mismo, en uno de los valores agregados al stakeholder.
¿Qué otro factor | tarea | competencia diferencial agregarías a la mencionada evolución del comercial en el mercado farmacéutico?
Enhorabuena por este Post, Miguel Ángel,
Llevo unos 20 años trabajando como comercial, 15 de ellos desarrollándome en la Industria Farmacéutica.
Estoy absolutamente de acuerdo en el enfoque que das en todos los puntos que has anotado.
El entorno va cambiando a una velocidad de vértigo y si no sabemos adaptarnos con rapidez a estos cambios, nos quedaremos fuera de juego.
Dirigir los esfuerzos hacia el éxito de un proyecto en equipo, prevalecerá por encima del logro individual, como bien apuntas también.
Saludos y gracias por el análisis 😉
Hola Inés,
Gracias por tu visita y opinión! Me alegro que una comercial de tu experiencia en la industria esté de acuerdo con el enfoque sobre el cambio, mucho de él, que ya ha ocurrido y mucho de él, en marcha.
Y uno de esos aspectos a cambiar es el necesario espíritu de equipo: esto se parece cada vez menos al tenis y más al fútbol! 🙂
Qué bueno amigo!
Cuanto más complicado, más creativo y más entretenido
Totalmente de acuerdo Agustín!
Surfear con alegría el cambio, es juventud, es crecimiento, y sobre todo, es necesidad! 🙂
Totalmente de acuerdo con cada punto tratado. ¿Que competencia echo de menos? La digital y de comunicación Omnichannel, el profesional de la industria farmacéutica debe de resolverse muy bien con las posibilidades de interacción, comunicación e influencia a traves de redes sociales y medios digitales además de aprovechar la gran oportunidad que nos ofrecen de entender mejor los intereses que mueven a los distintos stakeholders que intervienen en el sector.
Si, buen punto Nicolás! Agregamos la «comunicación e influencia digital», sea o no millennial el delegado.